Cuando le pides a la autoridad de cultura algún plan, proyecto o misión, después de unos minutos de estúpido silencio exponen la brillante idea de "promover la lectura" con alguno de los bien cebados miembros del consejo de asesores proponiendo "y con cuenta cuentos". Nada en contra de esas personas que masacran los cuentos y ahuyentan a las niñas y niños para siempre de los libros ¿Pero y los adultos? Los libros no muerden, lo que muerde es la lectura. Tan peligrosa es la lectura que es mejor quemar los libros. Siempre he luchado en contra de la ignorancia, porque la ignorancia abona la censura. La lectura sí muerde. Y la lectura es peligrosa y es revolucionaria. Esta campaña que lanzamos en
Restless Books en Nueva York:
Además de la campaña permanente en
Laberinto de promover la lectura y el fetichismo de los lectores con el Ex Libris semanal:
Claro que prefiero que en lugar del libro esté el coño de la promotora de la lectura en la cara del lector (que siempre soy yo). Este ex libris fue dibujado en un papel florentino. Por eso la tinta blanca deslumbra.
Y pasar de los libros, a leer la piel...