Pero no quiero, no puedo aceptar los hechos consumados. Y quiero imaginar que puedo cambiar el pasado:
Las decisiones que tomé no existen, nunca las hice. Nunca dibujé con tinta negra, irrevocable. Este presente no existe.
Y en mi imaginación estoy borrando el pasado. Pero en el papel, es real ¡Velo!
Y aparece éste músico, su amante que le cantará y la amará.
Y para que nunca la abandone, como lo hizo en el pasado, vamos a sacarle los ojos. Kian el Bardo, va estar con su amante para siempre.