El pedicure de Mme du Barry

La du Barry, lloró, pataleó, rogó y finalmente fue llevada arrastrando a la guillotina que atajó sus aullidos. Una cortesana que alcanzó la cima por el único camino a sus piernas, disfrutó extasiada del efímero placer del pedicure que le practicaba Zamor, su esclavo, y para emanciparse de tan pedestre explotación la denunció al Comité de Salud Pública, y la Virtud Republicana la arrojó a la inmortalidad.

Lord Ganesh protege a los libros con lectores

Los libros cobran vida cuando los abro, y empiezan a platicar desde la primera letra. Estamos contenidos en los libros, lo demás es ceniza....