Acuérdate de Laylah Waddell, la sacerdotisa del culto a la Bestia, Aleister Crowley. La foto más icónica de Leila está con el tatuaje como muestra de sometimiento y adoración a Crowley. Identificado con el culto a Isis, Leila hizo el sacrificio más grande que se puede ofrecer a la devoción: Ella misma castró a su amante.
Publicado en Laberinto suplemento de Milenio Diario el sábado 25 de enero 2014, gracias a su director y amigo José Luis Martínez S. Cat Lab 554
Laylah Waddell, foto de Aleister Crowley