Huberto Batis tiene el cinismo de Aretino, la osadía de un condenado a muerte y la disciplina de un sádico. Por eso me permitió pervertir las páginas de sábado.
Desde entonces es parte de mis pesadillas y de las de Denisse.
Denisse visita a Batis.
Publicado originalmente en sábado en 1985 y republicado en Laberinto 80 años después en 2014.